SOBRE LO QUE NOS EMOCIONA
Ese techo, invisible pero solido y frágil al mismo tiempo, tan fácil y tan difícil de romper.
Un techo plural, de tantos tipos como diversidades hay,sociales, de genero, edades, económicas..
Algo tan sencillo como educar desde la igualdad de oportunidades para todos, desde la infancia, aprovechar ese instinto irracional de la competencia y la territorialidad que llevamos arraigado en lo más profundo de nuestro yo animal, del que renegamos, al que no miramos pero que rige la mayoría de nuestras acciones más viscerales, y convertirlo en una energía positiva, constructiva de colaboración y ayuda en grupo que construye (valga la redundancia ) y no destruye.
CONSTRUCCIÓN, NO DESTRUCCIÓN
COMPARTIR, NO COMPETIR
¿Tan difícil es ?
EL DOLOR DEL ADIOS CUANDO NO TOCA
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